Inspired by the experiences of the island of Lampedusa, this political document is a call for a new understanding of human mobility and for increased competences and capacities for local governments to play a role in dignified management of migration.

Las organizaciones internacionales y los investigadores coinciden en que la migración y el desplazamiento son cada vez más un fenómeno urbano. Durante las últimas décadas, el movimiento municipalista ha defendido una transición desde una visión de la migración y el desplazamiento centrada en la gestión de las fronteras y el estatus administrativo, hacia una visión centrada en las personas que se dirija a todas las comunidades como vecinos. Como nivel de gobierno más cercano a la población, las ciudades y las regiones llevan más de un siglo cooperando para demostrar que este cambio sólo puede producirse mediante la solidaridad y el reparto de responsabilidades dentro de los territorios y entre ellos. En medio de un mundo polarizado en el que la discriminación y las narrativas distorsionadas exacerban las desigualdades y desencadenan tensiones sociales, los gobiernos locales y regionales dan un paso adelante para recordar a la comunidad global que la movilidad humana es un fenómeno natural y una fuente de oportunidades cuando se gestiona con la solidaridad y el cuidado en el centro.

 

Como parte del Pacto de CGLU para el Futuro, la Carta de Lampedusa se presentará formalmente el próximo martes 11 de octubre en el Congreso Mundial de CGLU en Daejeon. La Carta es el resultado de un proceso participativo hacia un llamamiento conjunto para defender la dignidad, el cuidado, los derechos humanos, la universalidad, la participación y la diversidad como base sólida para una gobernanza justa y eficaz de la movilidad humana a todos los niveles, esforzándose por conseguir ciudades más equitativas para todos, independientemente de su estatus administrativo. Los órganos de gobierno de la red adoptarán la Carta el viernes 14 de octubre.

 

Desde su aprobación en el Consejo Mundial de CGLU de 2021 en Gwangju, el proceso de Lampedusa refrendó, renovó y amplió estos compromisos a través de dos años de consultas con 300 municipios y regiones de todo el mundo, junto con una veintena de organizaciones de la sociedad civil e internacionales, con el apoyo de 15 redes y las secciones regionales de CGLU.

 

Más allá del compromiso de liderazgo, la Carta propone un plan de acción para poner en práctica el conjunto de 35 prioridades temáticas que se derivan de sus 7 principios motores Dignidad, Equidad, Reconocimiento, Participación, Comunidad, Solidaridad y Resiliencia para abordar las realidades territoriales y garantizar el Derecho a la Ciudad para Todos.