Migración y desarrollo, las ciudades como espacio de inclusión
06.02.2017
Las políticas locales de inclusión son diversas, pero siempre son un producto de la proximidad de las administraciones con sus comunidades, incluída la población migrante. Desde las ciudades y pueblos que forman CGLU, reunidas el 2 de febrero en Barcelona para un dialogo sobre migraciones, desarrollo diversidad y cohesión social, expresamos nuestra solidaridad con las ciudades que atienden las necesidades de la población migrante y refugiada.
Las políticas locales de inclusión son diversas, pero siempre son un producto de la proximidad de las administraciones con sus comunidades, incluída la población migrante. Desde las ciudades y pueblos que forman CGLU, expresamos nuestra solidaridad con las ciudades que atienden las necesidades de la población migrante y refugiada, incluso más allá de sus competencias obligatorias asegurando un acceso a servicios básicos y garantizando los derechos humanos. Con este objetivo rnos reunimos el 2 de febrero en Barcelona para un diálogo sobre migraciones, desarrollo, diversidad y cohesión social.
Los asistentes a esta sesión afirmaron que la migración es un hecho, y las ciudades somos los primeras afectadas, tanto en términos geográficos como demográficos. En este sentido, las administraciones locales están dispuestas a dar respuestas basadas en principios de desarrollo humano y sostenibilidad, para evitar el racismo, y con vistas hacia una movilidad social, con la cooperación descentralizada como un eslabón más de la política social y solidaria de los gobiernos locales.
La jornada de diálogo de Barcelona fue coordinada por el Fons Català de Cooperació, con socios de los municipios Barcelona, la Diputación y CGLU. Contó con expertos y políticos locales de ciudades de Catalunya, entre ellos Girona, Mataró, Granollers y Badalona, otras ciudades internacionales, como Tánger (Marruecos), Sedhioui (Senegal), Nanterre (Francia) como también con grupos de la sociedad civil, en especial migrantes.
La jornada dio a conocer la evaluación de políticas locales de inclusión y de cooperación en municipios europeos y africanos. Se identificó como desafío el hecho de que las competencias políticas en migración son limitadas en la mayoría de ayuntamientos. A pesar de ello, las políticas locales se desarrollan en derechos, integración, diversidad cultural y cooperación, ámbitos que son muy diversos y suman una riqueza extraordinaria de experiencias.
A nivel local, las políticas de migración y de cooperación se apoyan mucho en el activismo. La ciudadanía movilizada es el marco de la sociedad para toda política. Las ciudades presentes insistieron en el footprint de la diversidad de las poblaciones de origen de las comunidades inmigrantes. Patrick Jarry, Alcalde de Nanterre, dio el ejemplo de su ciudad que está marcado por la migración en todo el espacio, en pequeños negocios, en patrimonio y en expresiones culturales.
Al mismo tiempo, los municipios catalanes reflejaron sus programas de inclusión en los barrios, que han cambiado la política de urbanismo, de vivienda y de género. Los representantes de municipios afirmaron que con los proyectos de cooperación descentralizada, los municipios siguen con un compromiso de cooperación muy fuerte: sólo según Oxfam Intermón, entre el 2007 y el 2014 los municipios catalanes cooperaron por valor de más de 110 millones de euros en más de 6.500 proyectos[1]. Como punto de mejora en cooperación, se busca corresponsabilidad entre iguales, y proyectos estratégicos de cohesión.
En esta jornada se vieron iniciativas y ejemplos como el proyecto de CGLU sobre Migración entre Ciudades del Mediterráneo (MC2CM), un proyecto sobre el rol de la población migrante (diáspora) en la cooperación, y proyectos de trabajo social por parte de municipios beneficiarios.
Por un lado, los representantes municipales buscan la movilidad social, es decir, un acceso de mejores oportunidades para la segunda y tercera generación de las comunidades inmigrantes. Este es un reto político a largo plazo que solo se logra involucrando a todos sus ciudadanos. Por el otro lado, los representantes de migrantes reclaman más derechos, como el derecho al voto, y una participación real para sentirse aceptado en su “tierra”, que en sus palabras hoy es Catalunya: «porque vivimos desde hace 15 años aquí y no vamos a volver, solamente de visita para mantener lazos con nuestros lugares de origen.»
En este sentido, desde CGLU se seguirá apoyando a los municipios para dar a conocer experiencias de ciudades y regiones y compartirlas con otras ciudades dentro de la Comisión de Inclusión Social, Democracia Participativa y Derechos Humanos. Con el apoyo del grupo de trabajo sobre migraciones, se sigue aportando prácticas y evaluaciones políticas de municipios asociados.
[1] Oxfam Intermón (2016). La Realitat de l’Ajut (En línea). Disponible en http://realitatajut.org/ (Consultado a 06/02/2017)