Derecho a la ciudad – CONGRESO CGLU / Eje Cabildo Público
07.11.2019
El derecho a la ciudad es un nuevo paradigma que proporciona un marco alternativo para repensar las ciudades y los asentamientos humanos basándose en los principios de justicia social, justicia, democracia y sostenibilidad.
Evaluación y algunos retos que definen documento político y que se debatirán en el congreso de CGLU:
Financialización de las ciudades, gentrificación y crisis de vivienda. La financialización de las ciudades es uno de los retos principales a los que hacen frente las ciudades hoy y está fuertemente unido con la gentrificación y la crisis actual de la vivienda. La primacía de un modelo urbano basando en el crecimiento económico ignora la función social de la tierra, la propiedad y la ciudad. Hay por consiguiente una necesidad urgente de regular el mercado inmobiliario, fomentar la vivienda pública y maneras alternativas de producir vivienda, al tiempo que simultáneamente se garantizan barrios inclusivos y sostenibles.
Brecha urbano-rural. La actual crisis medioambiental, junto con la expansión urbana, hace necesario dedicar grandes esfuerzos a proteger la biodiversidad, los hábitats naturales y fomentar vínculos inclusivos urbano-rurales. El último es un factor clave para garantizar sistemas de alimentación sostenibles y soberanía alimentaria. Las desigualdades en la distribución de ingresos, las oportunidades de sustento, los servicios de salud, la educación de calidad, las facilidades culturales y la calidad de vida en general son algunos de los problemas principales que afectan a las áreas rurales hoy con respecto a las ciudades.
Desigualdades territoriales y sociales. Se necesita un enfoque solidario e inclusivo en el ecosistema de los territorios urbanos. Las desigualdades en los países y en las ciudades han sido un reto transversal cada vez mayor, que ha producido un aumento en el número de amenazas económicas, sociales y medioambientales. Las desigualdades entre las regiones dinámicas y estancadas, las ciudades grandes, de tamaño medio y pequeñas, las ciudades y los barrios centrales y periféricos, y las comunidades ricas cerradas y las áreas de chabolas, han experimentado un fuerte aumento, que ha dado lugar a una fragmentación urbana mayor y a una polarización territorial.
Retroceso democrático y restricción de los derechos humanos. En todo el mundo, la lucha por la democracia y las instituciones democráticas está perfilándose como una respuesta al aumento de racismo, misoginia, discursos de odio y la extrema derecha. Las ciudades son crisoles en los que los distintos grupos e identidades comparten sus espacios de vida, por tanto la necesidad de gobiernos locales para la cohesión social y luchar contra la proliferación de la discriminación. Están surgiendo nuevas oleadas de protestas sociales para reclamar igualdad y derechos humanos para todos, a menudo hallando dificultades relacionadas con la libertad de expresión o incluso la criminalización y la persecución. Las reivindicaciones de una democracia participativa están ganando peso en todo el mundo.
La crisis migratoria. La movilidad humana forma parte de la historia de la humanidad. Sus causas están unidas a una amplia variedad de razones, desde la pobreza, los desastres naturales, las guerras, las crisis económicas, los problemas políticos, la violencia urbana o las oportunidades en la educación y el empleo, entre otras. Aunque no se trata de un fenómeno nuevo, la migración está polarizando cada vez más las sociedades en un contexto de aumento de la extrema derecha y políticas migratorias nacionales restrictivas. Las ciudades se están enfrentando a estas narrativas (véase las ciudades santuario o los movimientos de las ciudades de refugio) en un nivel local, nacional y global, y mejorando sus políticas de acogida e integración.