Ciudades y regiones en primera línea para la reducción del riesgo de desastres

21.09.2018

«La naturaleza no es un riesgo, es una oportunidad y puede ayudar a que nuestras ciudades sean más habitables y resistentes«, declaró Tri Rismaharini, alcaldesa de Surabaya y recientemente elegida presidenta de CGLU-ASPAC, al inaugurar el aprendizaje entre pares sobre la reducción del riesgo de desastres y la localización del Marco de Sendai.

El aprendizaje entre pares se integró en el 7º Congreso ASPAC de CGLU y fue coordinado por UCLG Learning y CGLU-ASPAC en asociación con ONU-Hábitat, la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR, por sus siglas en inglés), Connective Cities y la comunidad internacional de prácticas para el desarrollo urbano sostenible y el grupo de trabajo de CGLU para la prevención y gestión territorial de las crisis. 

Los gobiernos locales están en la primera línea de implementación y promoción del Marco de Sendai. Para la localización del Marco de Sendai, el papel y los límites de los gobiernos locales, regionales y nacionales deben ser entendidos y contextualizados, las regulaciones deben ser eficientes y flexibles, y el gobierno local tiene que tener apoyo con capacitación para las comunidades proactivas. Ciudades y Gobiernos Locales unidos (CGLU) se ha comprometido a apoyar la implementación del marco, en particular la formulación de estrategias locales que pueden ser una oportunidad para una mayor resiliencia.

El aprendizaje tuvo lugar durante 3 días en los que se compartió:

  • Visita de campo del desastre ocasionado en Lapindo Mudlfow ( Sidoarjo).
  • Ponencias de los asociados sobre el contexto y los instrumentos.
  • Mesas redondas para identificar los desafíos y el mandato de los miembros.
  • Intercambio y aprendizaje mutuo sobre 14 prácticas.

La visita de campo a Lapindo Mudlfow, en el distrito de Sidoarjo, subrayó el desafío que enfrentan los gobiernos locales para mitigar el riesgo, pero también para responder eficazmente en caso de que ocurra un desastre. En mayo de 2006, las perforaciones de una compañía de gas en el área provocaron una explosión de agua caliente, gas y lodo humeante. Como consecuencia directa, las carreteras, las fábricas y las casas fueron tragadas por una marea de barro y desaparecieron. Se perdieron 20 vidas, casi 40.000 personas fueron desplazadas y varias aldeas destruidas. Además, este volcán no ha dejado de descargar un torrente de lodo caliente del suelo y está cambiando el paisaje natural y cultural.

La visita sobre el terreno puso de relieve, no sólo lo devastador que puede ser un desastre de este tipo para las comunidades locales, también que los esfuerzos de los gobiernos locales y regionales no se tienen en cuenta por los niveles superiores que reaccionan a los medios de comunicación y a los disturbios. Por lo tanto, las estrategias locales de reducción del riesgo de desastres deben involucrar a todos los niveles de gobierno.

Los alcaldes y profesionales confirmaron estos hallazgos, todos ellos se adhirieron a la campaña de resiliencia y destacaron su aprecio por el Marco de Sendai para la reducción del riesgo de desastres. Sin embargo, la perspectiva de los marcos y directrices de las Naciones Unidas sobre la RRD y la resiliencia, que fueron expuestos por los asociados, tendrá que centrarse más en la forma en que los gobiernos locales gestionan y tratan con la comunidad.

El aprendizaje mutuo entre los participantes describió la variedad de buenas prácticas locales existentes para reducir el riesgo. El alcalde de la ciudad de Iriga se unió a través de una conferencia web a mientras se enfrentaba a un tifón que golpeaba la ciudad. Destacó la importancia de que los gobiernos locales estén preparados y tengan estrategias para proteger su ciudad.

Inspirada por su intervención, la ciudad de Albay presentó su estrategia de «cero bajas», que aumentó significativamente la resiliencia de la ciudad. La experiencia de Christchurch con la reducción del riesgo de desastres basada en la comunidad y los conocimientos autocríticos de Tokio en la gestión posterior a las crisis también enriquecieron el intercambio de conocimientos.

La experiencia alemana de las ciudades de Colonia y Bochum, invitadas por el programa GIZ Connective Cities, presentó un análisis claro de los costes-beneficios y de las estrategias integradas para casos de desastre que mantienen permanentemente involucradas a las administraciones y a las comunidades. El vicealcalde de Bochum, Kopietz, declaró: «El desastre no es un asunto de un departamento, es un asunto de trabajo en equipo que funciona bien en situaciones excepcionales«.

Los resultados se documentarán en la nota de aprendizaje entre pares que se publicará próximamente y que ofrecerá una perspectiva de cómo CGLU puede tomar medidas más firmes en el proceso de localización del Marco de Sendai.