Después de tres días de intensos debates e intercambios durante la Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales que se celebró en México del 17 al 20 de noviembre de 2010, los miembros de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos y sus socios han enviado una señal fuerte a la comunidad internacional mediante la firma de un Manifiesto para la Ciudad de 2030 que da forma a la ciudad que los alcaldes quieren para el mañana.

En un momento en que nuestro mundo se vuelve cada vez más urbano y en que las ciudades intermedias y pequeñas crecerán enormemente en los próximos años, los líderes locales y regionales han recordado que las ciudades, independientemente de su tamaño, enfrentan retos similares. En su Manifiesto para la Ciudad 2030, en el que establecieron su visión para el futuro urbano, insisten en la necesidad de construir una «ciudad inclusiva», junto con su población, cualquiera que sea su origen, su edad y género. Una ciudad que integre a todos los niveles de gobierno para estar más cerca de las necesidades de los ciudadanos, una ciudad que coopera plenamente con su entorno metropolitano regional y rural. Una ciudad que da movilidad, respetando el medio ambiente y dotada de un servicio público eficiente con el uso de energías renovables y tecnologías no contaminantes.

Agregando al Manifiesto para la Ciudad de 2010, los alcaldes y representantes de las regiones y de asociación de los gobiernos locales han acordado una Declaración Final que resume 25 recomendaciones. Estas incluyen unas sobre la que cualquier reducción en las finanzas locales debe tener en cuenta las presiones de los costes demográficos y otros, y se aplicación gradual para permitir una planificación adecuada para proteger los servicios de primera línea. Los representantes locales también han pedido a todos los gobiernos  completar, reforzar y mantener las leyes y políticas eficaces para la descentralización democrática y la autonomía local.

Por lo que respecta al cambio climático, los alcaldes y representantes locales han afirmado su apoyo a que el Pacto de México y hace un llamado a los gobiernos nacionales y la comunidad internacional a colaborar estrechamente con ellos y tomar medidas más audaces y vinculantes para evitar seriamente el cambio climático.