La agenda de paz durante y tras el COVID19
16.06.2020
La pandemia de la COVID-19 ha ahondado en muchas de las desigualdades de las que ya éramos conscientes, y ha afectado a la convivencia en nuestras ciudades y nuestros territorios durante la situación de confinamiento. Los gobiernos locales y regionales de todo el mundo han estado en la primera línea también en este aspecto, poniendo en el centro la provisión de servicios, buscando desarrollar una gobernanza que ponga a las personas en el centro, y por supuesto desarrollando una cultura de paz para que la crisis sanitaria no se convierta en una crisis social.
La Serie de Aprendizaje en Vivo, auspiciada por CGLU, Metrópolis y ONU-Hábitat, ha reunido a más de 3,000 participantes en sesiones que se llevan sucediendo desde finales de marzo. Participantes de los gobiernos locales y regionales, el sistema de las Naciones Unidas y los socios de la sociedad civil han compartido sus experiencias, iniciativas y acciones para apoyar a sus comunidades que se enfrentan a la pandemia mediante la prestación de servicios básicos clave.
La sesión que tuvo lugar el 11 de junio, organizada en colaboración con el Foro Mundial sobre Ciudades y Territorios de Paz, que celebrará su tercera edición en 2021, abordó la agenda de los gobiernos locales para la paz y presentó el rumbo al Foro de Ciudad de México.
Diana Alarcón, Coordinadora General de Asesores y Asuntos Internacionales de la Ciudad de México, en nombre del Foro Mundial sobre Ciudades y Territorios de Paz, enmarcó la conversación señalando que la pandemia nos ha mostrado no solo la importancia del espacio público, sino también la importancia del derecho a la ciudad. Señaló, además, el compromiso de la Ciudad de México para con la paz y abordó que el próximo Foro se centraría en los derechos humanos, el derecho a la ciudad, los derechos culturales, sociales y ambientales. Porque para reconstruir nuestras ciudades, el eje debe ser la paz, en una visión en la que los ciudadanos están en el centro.
«La construcción de la paz se debe hacer desde los derechos humanos y sociales de todas las personas. Debe ser una paz positiva, que se construya a través del desarrollo económico, el acceso universal a servicios básicos, cultura, salud, vivienda»
La Secretaria General de CGLU, Emilia Saiz, señalando el camino recorrido desde la segunda guerra mundial en materia de paz, animando a construir sobre la situación de crisis que enfrentamos en la actualidad. Señaló que, para CGLU, el concepto de paz no es contrario al conflicto, que es consustancial a las sociedades, sino a la violencia, y que es labor de los gobiernos locales y regionales el trabajar por evitar que las situaciones de desigualdad y las tensiones escalen y se conviertan en situaciones de violencia.
«Los gobiernos locales y regionales somos clave a la hora de desarrollar una nueva diplomacia, que sea verdaderamente transformadora, que construya los fundamentos de la paz y que no se limite a negociarla. Esta diplomacia será clave para que, con las lecciones aprendidas durante el COVID, podamos hacer mejor frente a futuros retos»
Octavi de la Varga, Secretario General de Metropolis, señaló que en ocasiones las fases de la violencia no son visibles a primera vista, que es labor de los gobiernos locales visibilizar los conflictos para evitar que escalen y que es esencial un enfoque de género para evitar escaladas de violencia en nuestras ciudades que ataquen a las poblaciones más vulnerables.
“Sin paz, no hay confianza ni sensación de pertenencia a una ciudad o a una comunidad. La paz, la confianza, y la pertenencia están en el corazón de las ciudades y del derecho a la ciudad”.
La primera mesa redonda de la sesión abordó la agenda de las ciudades y territorios de paz, y estuvo moderada por Diana Alarcón. Patricia Torres Ray, Senadora estatal por el Estado de Minnesota, dio comienzo a esta mesa redonda mencionando cómo, en su estado y tras las manifestaciones que han surgido a raíz de la muerte de George Floyd, las comunidades están pidiendo que se reformule el sistema policial para acabar con las desigualdades de trato. El activismo y el trabajo de la base, señaló, es calve para que tengan lugar cambios a nivel local y global. Este sentimiento fue compartido por Nadine Burbar, Jefa de Resiliencia de Ramala, señaló que la consolidación de la paz es clave para tener ciudades y comunidades resilientes, y para ello es imprescindible tener a las comunidades en el centro de los esfuerzos, fomentando la participación ciudadana y las soluciones que vengan desde la base.
Vladimir Rodríguez, Alto Consejero para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación de Bogotá, señaló que el brote ha generado un incremento en la(s) violencias urbanas, y esto ha generado una situación de desconfianza entre ciudadanos e instituciones, y que es necesario desarrollar mecanismos de resolución de conflictos entre el nivel local y regional. Antonio Carlos Lopez da Silva, teniente de alcalde de Praia, mencionó la importancia de la Agenda 2030 como marco transformador para alcanzar sociedades de paz en tras la pandemia, involucrando a las comunidades informales y a la sociedad civil.
La segunda parte de la sesión, titulada “la paz en tiempos del COVID-19”, buscó dar soluciones a la pregunta de cómo afrontar la paz tras la pandemia. Vasu Gounden, Director ejecutivo de ACCORD, abordó el futuro del multilateralismo y cómo era importante que, tras la pandemia, busquemos fortalecer el diálogo intergeneracional, y la inclusión de las mujeres y las comunidades informales en este nuevo multilateralismo para no dejar a nadie atrás.
Josep Mayoral Artigas, alcalde de Granollers, señaló que a la hora de construir agendas de paz es imprescindible buscar espacios para el trabajo conjunto del multilateralismo. El alcalde recordó, además los nueve compromisos que se adoptaron en el Foro de Ciudades de Paz de Madrid, señalando la importancia de construir sobre ellos de manera local e internacional.
Maria Deeva¸Concejala de Volgogrado, recordó los 75 años del final de la segunda guerra mundial y cómo la guerra había llevado a los primeros esfuerzos de hermanamiento entre ciudades, siendo Volgogrado una ciudad pionera en 1944.
Jaime Morales, Subsecretario de Derechos Humanos del Gobierno de la Ciudad de México, expuso cómo la Ciudad de México había buscado, en medio de la pandemia, garantizar el acceso universal a los servicios básicos a todas la población, en especial, a los grupos de atención prioritaria como las personas adultas mayores. La paz, señaló, es el valor que guía la agenda del gobierno de la ciudad de México, y alertó sobre que era imprescindible no retornar a la comunidad anterior, en la que las desigualdades y las fronteras son el denominador común
Patrick Bwire, Coordinador de programas a cargo de la construcción de la paz en el Centro para la Resolución de Conflictos, señaló los esfuerzos del Centro por mapear los trabajos sobre paz en Uganda, y cómo habían trabajado junto con los gobiernos nacionales, regionales, y locales, por llevar a cabo un estudio sobre el ODS16 y cómo incluir a las comunidades y poblaciones más vulnerables para poder alcanzarlo en 2030. El alcalde de Bangui, Émile Gros Raymond Nakombo, esta mesa redonda señalando la importancia de que los gobiernos locales, y sobre todo las comunidades locales, tengan acceso a recursos económicos. La desigualdad generada por la pandemia, alertó, es el elemento que más en riesgo pone a la paz, y es necesario tener los medios para mantener y cuidar la paz para que esta no se convierta en un término vacío.
Antes del cierre de la sesión tuvieron lugar las Presentaciones de Paz. Sanne van Amerongen, representando al Premio de la Paz de CGLU, señaló la importancia de los enfoques locales en tiempos de crisis, dado que son importantes para promover entornos de paz. Señaló que este enfoque es el que más había pesado para otorgar el Segundo Premio por la Paz de CGLU al municipio de Arsal en el marco del Congreso de CGLU, por su trabajo en pos de la cohesión social tras la guerra de Siria.
Antonio Zurita, del PNUD-ART, y representando al Foro Mundial sobre Ciudades y Territorios de Paz, expuso que el foro es un lugar de encuentro multiactor y multinivel con más de 20 instituciones internacionales, nacionales y locales en su comité organizador. Señaló al mismo tiempo el importante papel que pueden jugar los gobiernos locales y regionales en la construcción de paz en sus territorios con el reconocimiento adecuado, y estableció el camino al tercer Foro de Ciudades y Territorios de Paz, que arranca en junio, y que tendrá un evento virtual a nivel mundial en octubre, que será el rumbo al foro físico que tendrá lugar en la Ciudad de México en 2021.
Octavi de la Varga, Emilia Saiz, y Diana Alarcón cerraron la sesión señalando la importancia de vincular el trabajo de paz con las políticas locales, y que es ahora el momento de convertir los debates sobre paz en conversaciones mundiales, y que el debate sobre paz que acababa de tener lugar podía empezar a alimentar los debates de cara al Foro del Próximo año.
Los ejercicios de aprendizaje en vivo continuarán a lo largo de junio, teniendo lugar los jueves. La democracia local, que es una parte clave del trabajo de CGLU, y el enfoque de la seguridad a nivel local, serán las temáticas de las próximas experiencias de aprendizaje en vivo en las que participarán ciudades de todo el mundo que buscan crear nuevas soluciones para unos desafíos que la pandemia ha puesto más de relieve que nunca.